Hace unos cuantos años la variedad de bicicletas se limitaba a unas pocas, de paseo, mountain bike y de carretera, conocidas popularmente como “de ciclista”, pero actualmente hay una gran variedad de modelos para diferentes disciplinas, formas de moverse y gustos, habiendo algunas que son auténtica tendencia, como las bicicletas fixie, pero también están ganando muchos adeptos las bicicletas eléctricas.

Cada vez es más normal ver por las calles de nuestra ciudad a personas que van con bicicletas eléctricas de pedaleo asistido y según diferentes estudios, las ventas han ido en aumento en los últimos años, lo que demuestra que esto es una tendencia que ha llegado para quedarse.

Se trata de bicicletas que tienen un motor eléctrico que solo se activa cuando pedaleamos o cuando lo solicitamos. No suelen sobrepasar los 25 kilómetros por hora ni tampoco los 250 vatios, pero aún así son todo un éxito.

Ventajas e inconvenientes de las bicicletas eléctricas

Entre las muchas ventajas con las que cuentan esta clase de bicicletas es la asistencia de pedaleo que tenemos, algo que nos resultará de gran ayuda cuando tengamos que subir alguna pendiente pronunciada o hacer algún trayecto largo.

Nos proporciona una gran comodidad, una buena forma de movernos por la ciudad, sana y respetuosa con el medio ambiente así como una rápida incorporación al tráfico rodado y tener una vida más saludable.

Los puntos en contra de estas bicicletas es que suelen ser bastante más caras que las bicicletas convencionales y también suelen pesar bastante. Son más susceptibles de robo, por lo que nunca está de más hacerles un seguro y tenerlas en un garaje lo que incrementará su precio. Además hay que realizarle un mantenimiento periódico y cambiar la batería cuando llega el momento dado que no son eternas.

Aún así, siguen siendo un gran éxito actualmente.