Estamos a finales de verano, una época estupenda para hacer rutas en bicicleta, como el Camino de Santiago, algunas vías verdes por España o cualquier otra propuesta. Para aprovecharla al máximo tendrás que prepararte unos meses antes y cuando llegue el momento solo tendrás que preocuparte de una cosa, de disfrutar cada pedalada.
Además de estar preparándonos unos meses antes rodando por diferentes terrenos y pendientes para adquirir fondo físico, debemos hacer una buena revisión a la bicicleta, reparar todo aquello que sea susceptible de ello, como ruedas, cambios, frenos, radios, ejes, holgura del manillar, etc.
En nuestra mochila o alforjas debemos incorporar un pequeño kit multi-herramientas para responder ante un pinchazo o avería sencilla que podamos sufrir durante nuestra escapada.
Además de la ropa de recambio, dispositivos electrónicos, etc. en la mochila también debemos incluir algo de comida que nos proporcione energía en ruta como geles, barritas energéticas, frutos secos, chocolate, etc. Asimismo debemos contar con bebidas isotónicas que nos ayuden a recuperar las sales minerales que perderemos con el ejercicio.
Cuando estemos en ruta debemos ser conscientes de nuestra forma física. Hay que recordar que la ruta no es una carrera sino para vivir cada una de las pedaladas que demos. Por ello nunca hay que forzar nuestro cuerpo ni llevarlo más allá de nuestros límites.
Si hacemos el Camino de Santiago y vemos que al acabar una de las etapas todavía nos quedan fuerzas, lo más sensato en lugar de continuar es buscar alojamiento en los albergues y descansar para recuperar energía.
Hay que consultar la previsión del tiempo antes de iniciar la ruta, lo que permitirá que nos equipemos correctamente. Llevar con nosotros un smartphone con la batería cargada (mejor si se lleva un power bank) también nos resultará de gran ayuda porque podremos consultar la ruta vía GPS, compartir fotos con nuestros amigos en las redes sociales, etc. ¿Estás preparado para una ruta?