Si para tus próximas vacaciones te las propuesto hacer el Camino de Santiago en bicicleta o algunas de sus etapas, debes elegir una bicicleta que se adapte a esta ruta, pero… ¿cuál es la más recomendable?
Puede que ya tengas la tuya y con ella estés acostumbrado o acostumbrada a moverte y no te costará demasiado trabajo, pero si vas a adquirir una, puede que te interesen los consejos que te vamos a dar.
Bicicleta de carretera, híbrida o de montaña, son los tres estilos predominantes entre aquellos que quieren hacer esta ruta sobre dos ruedas. Cada una tiene sus características principales y debemos sopesar cuál es la que más nos conviene, pero debemos tener en cuenta que el Camino de Santiago no es una prueba de velocidad o resistencia, por tanto hay que ir cómodos y a buen ritmo, aunque se puede parar en cualquier momento.
Bicicleta de montaña
La bicicleta de montaña puede ir por el mismo camino que cualquiera de las otras dos clases de bicicleta, pero con la ventaja de poder circular sin problema por terrenos más difíciles que una carretera asfaltada. Pueden llevar mejor el peso gracias a que son las más robustas, pero también suelen ser las más pesadas.
Bicicleta de carretera
Con una bicicleta de carretera el camino se hace bastante cómodo, sobre todo si toda la ruta se hace por carretera. Debemos buscar una a la que puedan adaptársele alforjas o un transportín trasero, soportes para las botellas y una pequeña caja de herramientas para solventar algún problema mecánico que pudiera surgir.
Bicicleta híbrida
Las bicicletas híbridas son una mezcla de la bici de carretera y la de montaña, siendo quizá la más cómoda de las tres, dado que mezcla las características de ambas.
Prácticamente todas las bicicletas son válidas para hacer el Camino de Santiago pero hay que tener en cuenta las fechas en las que se va a hacer, porque no siempre se puede hacer en verano y hay que recordar que en la zona norte de España, hay muchas precipitaciones fuera de la temporada de verano y puede llegar a hacer bastante frío.