Aunque hoy por hoy, circular en bicicleta de día es lo más común, hay personas que por su tiempo o simplemente porque les gusta más, prefieren hacerlo de noche. Para ello hay que tener en cuenta una serie de medidas para circular de manera más segura no solo durante la noche sino también en condiciones de poca visibilidad.

Es importante equipar a la bicicleta de luces de calidad. En este apartado no debemos buscar el ahorro, no importa si debemos pagar un poco más, la seguridad es primordial. Por ello hay que contar con unas luces que se vean al menos a unos 200 metros.

En el mercado hay muchísimas opciones para elegir, tanto para colocar en la parte frontal como la trasera. La luz frontal debe ser blanca y de intensidad y la trasera roja, la cual puede ser fija o intermitente para dar aviso a los conductores que vengan detrás de nosotros de que estamos en la carretera.

Antes de cada salida debemos asegurarnos que las baterías están cargadas, para evitar sorpresas de última hora y que nos quedemos sin iluminación en plena circulación. Si tenemos programada una salida, nunca está de más cargar las baterías el día antes, se cargan rápido y tienen una buena autonomía.

A la hora de circular en bicicleta por la noche no solo tendremos que llevar un buen set de luces sino que también debemos contar con reflectantes, tanto en la bicicleta como en nuestra ropa.

Podemos llevar un chaleco reflectante como el que debemos tener en el coche así como brazaletes o tiras para los tobillos. Además también se pueden colocar bandas reflectantes en las llantas así como en el casco o en diferentes zonas de la bicicleta, lo que aumentará notablemente nuestra visibilidad cuando circulemos de noche con la bicicleta.