Aunque todas las bicicletas tienen un sillín, éste no vale para todas las personas, sean hombre o mujer. Lo mismo que hay bicicletas diferentes, los cuerpos también son diferentes, por lo que normalmente un sillín para hombre no es el más adecuado para una mujer, por ejemplo. ¿A qué se debe esto?

Las mujeres tienen una forma en la pelvis diferente a la de los hombres, siendo más ancha, lo que hace que los sillines para las bicicletas para ellas tenga que ser un poco más ancho de lo normal, para que puedan ir más cómodas a la hora de hacer una escapada.

Los expertos aseguran que el ancho del sillín de la bicicleta está relacionado con la anchura que existe entre los isquiones en la parte inferior de la pelvis. Así concentraremos la mayor parte de nuestro peso sobre los propios huesos y no sobre lo que es la zona del perineo.

En el momento en el que vemos que el sillín no tiene la suficiente anchura o cuando nos vemos obligados a sentarnos más adelantados de lo normal, estaremos aumentando la presión sobre la zona del perineo, lo que puede ocasionar adormecimiento, dolores y bastantes rozaduras en esta zona.

En otras ocasiones, puede que tengamos un sillín estrecho y no nos quede bien para la anchura de nuestros isquiones, lo que hace que tendamos a sentarnos de forma más retrasada en el sillín, algo que puede ser válido, pero no siempre porque en ocasiones se compromete el alcance que tenemos hacia el manillar o quedarnos demasiado atrás con respecto al eje del pedal.

Si nos ponemos a pedalear demasiado atrás puede que nos cueste más llegar al manillar y tengamos que utilizar una potencia de recorrido más corto y perder eficiencia en la pedalada, lo que incluso podría provocarnos alguna clase de problema físico al no pedalear de una forma natural, por eso es tan importante seleccionar el sillín que más se adecúe a nosotros.